Por segundo año consecutivo nos hemos puesto manos a la obra y, gracias a nuestros patrocinadores y nuestras ganas de correr en favor de los niños que no tienen nuestra suerte y viven en países desfavorecidos, hemos aportado nuestro granito de arena, esta vez, en favor del Congo.
No hemos desfallecido en la carrera, nos hemos divertido y hemos empeñado nuestra solidaridad en lograr, entre todos, que el resto de los niños del mundo comparta nuestra suerte.
Gracias a todos.
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